martes, 18 de febrero de 2014

Los problemas de los problemas 1: Leer y releer

Alguien dijo alguna vez que el gusto por resolver problemas radica en el hecho de ver como las piezas de esta especie de rompecabezas van encajando una con otra, de manera precisa. El quid del asunto es encontrar esas piezas, y tener el olfato necesario para que las herramientas matemáticas que en el caso de los problemas físicos se vuelven imprescindibles, guíen nuestros pasos, en lugar de confundirnos. Ahí es donde entra el papel de las formulas. Uno de los errores mas comunes de los estudiantes es agarrar estas expresiones algebraicas y tratar de adaptar sin ningún orden lógico los datos que vienen explícitos en la redacción de los problemas. Tal como echar las cartas en la mesa, sin ningún tipo de reflexion ni encadenamiento lógico. Y claro, los resultados ya los conocemos... Por eso, querido estudiante, mi primera recomendación es que al momento de encontrarte con un problema planteado: Leelo. Parece simple pero la verdad es que no sabemos hacerlo. La gran mayoría de los datos necesarios están ahí explícitos, pero hay un montón de datos que no están presentados y que requieren mayor cuidado al momento de ser extraídos. Pero están ahí, esperando tu sagacidad para que puedan aportar en la solución. No trates de hacer que los datos se metan a la fuerza en tu formula. Todo lo contrario, la formula te guia en el camino, pero solamente después de recopilar la información requerida. No escatimes tiempo en leer. Y releer. Y preguntar. En el rato que veas que te falta algún dato, vuelve a repasar el enunciado y veras que te detienes justo en el punto en el que algo suena raro... Confía en tu intuición pero afila la lógica!!

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